Otra verdura que podemos preparar en cualquier momento y dejar en el frigorífico es la endivia.
Es una ensalada amarga, pero se le puede quitar el amargor de forma sencilla. La cortamos en mitades, o en tres o cuatro piezas si son grandes, y la ponemos en una sartén con aceite, mantequilla y un poco de sal. La sal le quitará el amargor a las verduras.
Añadimos un vaso de agua caliente y dejamos que se haga a fuego fuerte hasta que la ensalada se haya reblandecido. Al final de la cocción nos quedaremos sin agua, con una ensalada tierna y un poco tostada ideal para acompañar, por ejemplo, a lomo o pollo empanado. Además, podemos aprovechar y comprarla cuando está de oferta en el supermercado.