En este breve post vamos a hablar de los pimientos. De todos tipos. Y de cómo los podemos preparar con antelación.
Por ejemplo, si un día cualquiera tenemos que encender el horno, podemos aprovechar para poner unos pimientos en una bolsa de plástico de las que se usan para hornear y así quitarles la piel; los podemos dejar hasta un par de semanas en el frigo en un tupper (cuidado que no salga moho).
O podemos poner en una sartén un poco de aceite, cortar los pimientos en trozos medianos y cocinarlos así. Mejor separando los pimientos por sus colores diferentes, ya sabéis que su sabor también es completamente diferente dependiendo del color.
Y si hemos comprado una bandeja de guindillas también las podemos cortar en rodajas y cocinar; luego las guardaremos en un tupper en el frigorífico para darle un poco de picante a cualquier salsa o ensalada, el calor hace resaltar los tonos picantes.