No me gusta desperdiciar la comida.
Para reciclar el pan que ha sobrado dispongo de dos métodos, que os propongo aquí.
El primero es para el pan realmente duro, este pan que hemos dejado un par de semanas en la panera. Para él uso la Thermomix y consigo pan rallado para empanar cualquier cosa. Lo suelo poner en tarros de cristal, los botes de alubias vacíos funcionan a la perfección.
Para el pan que ha sobrado y que está aún un poco blando prefiero utilizar el procesador de alimentos con la cuchilla de cortar. Trituro el pan hasta conseguir migas gruesas, luego paro la cuchilla y añado una mezcla de tomillo, albahaca y orégano, todas especias secas. Vuelvo a mezclar durante un minuto y sólo entonces añado un buen chorro de aceite. Sigo mezclando para que el pan rallado lo absorba.
Esta mezcla se puede usar para gratinar, en recetas tipo cassolet y también en otras recetas como por ejemplo esta de pechugas de pollo.