Es un plato básico, efectivamente. Hace poco hice un estofado como el que he descrito hace un tiempo (al acabar de leer, se puede buscarlo AQUÍ), y al pensar con qué acompañarlo se me ocurrió una idea.
Había hecho patatas hervidas, utilizando el método descrito AQUÍ, y se me ocurrió utilizarlas para preparar gnocchi (pronuncia: ñoqui) de patata y salió buenísimo.
Dos o tres patatas medianas hervidas y bien escurridas, aplastadas en un bol y allí abandonadas para que se enfríen. Ahora, un huevo, crudo, crudísimo, y espolvorear con nuez moscada y un poco de pimienta. Mezclar. Añadir entonces la harina.
¿Cuanta harina? Como dicen las abuelas cocineras, la suficiente. Depende de lo húmedo que hayan quedado las patatas, cuanto menos húmedas estén, menos harina necesitarán.
Trabajar un poco la masa que hemos conseguido de esta manera, hacer unas bolitas (u otra presentación) y ponerlas en abundante agua hirviendo. Cuando los gnocchi flotan se pueden retirar, ya están cocidos.
Es un plato que se puede preparar sobre la marcha e incluso acompañar con muchas salsas diferentes.