Esta receta es un éxito seguro y una forma poco ‘española’ de preparar unos calamares rellenos.
Limpiamos las sacas de los calamares y los dejamos de lado. Limpiamos las cabezas, cortando los tentáculos y todo lo aprovechable y los cortamos con un cuchillo grande. Las aletas pueden entrar en el relleno, pero yo prefiero dejarlas en su sitio o separarlas y luego cocinarlas junto con los calamares, como si fueran una especie de tiras.
Ponemos los tentáculos en un bol y añadimos pan rallado, un poco de albahaca cortada o seca, olivas negras y alcaparras en trozos pequeños. Añadimos también un chorro de aceite, un par de cucharadas. Mezclamos bien.
Ahora rellenamos las sacas de los calamares con la mezcla y cerramos con un palillo. Si nos sobra relleno podemos añadirle un huevo y hacer unas albóndigas para acompañar a los calamares.
En una sartén ponemo a pochar una cebolla; en cuanto se haya transparentado ponemos los calamares (y en su caso las aletas), más olivas y alcaparras y una lata de tomate troceado – o en alternativa la cantidad equivalente de tomate fresco. Si hemos preparado albóndigas esperamos unos minutos: se harán rapidamente, si las dejamos demasiado tiempo se harán muy duras.
Podemos acompañar este plato con arroz hervido, patatas o couscous.