El couscous es una pasta ‘neutra’, ni dulce ni salada, así que no nos debería sorprender encontrar una receta aquí.
La proporción correcta es una taza de couscous por dos de líquido: en este caso nuestro líquido será zumo de naranja. Fresco, las naranjas recién exprimidas, una cucharada de azucar glass (para que se incorpore más rápidamente) y dejar que se adsorba por completo. Hay que tener en cuenta que tardará un poco más de tiempo con respecto al couscous normal porque estamos trabajando con temperaturas bajas.
Lo podemos usar para acompañar un helado de vainilla o de chocolate, por ejemplo, o solo y decorado con unas hojitas de menta o hierbabuena.